26 de enero de 2021 | Autor: Alejandro Seta
La escritora lujanense Cristina Retamozo agregó esto: “Para no morir, profe. Para no morir”. Y al repreguntar, envió un audio conmovedor, que desgrabé y publico aquí, con su permiso:
“Yo tuve una infancia extraña. Porque no puedo decir como dicen otros: “¡ay, porque pasó una infancia tan infeliz!”, no, no. Yo tuve una infancia que, al principio, a pesar de habérseme muerto todos, era tan chiquitita que quizás no lo percibí, ¿no?
Vivía sola con mi mamá y en el barrio yo tenía amigos y juegos y...era libre, digamos. Cuando mi mamá se volvió a casa,, ahí empezó otra infancia para mí, diferente. difícil. Difícil. Y encontré que podía escribir y que eso me salvaba del dolor, porque pienso que, francamente, no sé, no tedigo que me hubiera muerto, pero hubiera entrado en una depresión ya desde muy chica, porque cosas muy feas pasaban en mi casa. Y… habré empezado a escribir, yo creo que el primer cuento lo hice a los 13 años; mi mamá me lo pescó, era un cuento erótico (¡mirame a mí!) y lo agarró, lo hizo mil pedacitos, lo tiró al inodoro y tiró la cadena.
A pesar de eso, seguí escribiendo, fui muy buena alumna del secundario,no te vayas a pensar que me estoy mandando la parte, lo digo porque es cierto. Era muy buena alumna en Lengua, nada en Matemática, cero, cero en Matemática. Pero era muy buena alumna en Lengua y eso me salvaba, cómo decirte, de morirme; yo sentía que eso me rescataba, la literatura me rescataba. Yo era una de las pocas alumnas que me leía el Mío Cid, el Libro de Buen Amor, todo ese tipo de literatura antigua, mis compañeras decían: “¡esta está reloca!”, porque nadie entendia nada del castellano antiguo ¿viste? ¡bah! Cosas. Pero no te preocupes, uno lo reduce y cuando lo piensa, sale esa frase: es para no morirme. Y toda la vida seguí, de la misma forma ¿eh? ; actualmente, más de una vez algún psicólogo me ha dicho: “bueno, y qué pasa con los escritos”, entonces me siento a escribir y me desahogo. Pero eso es una forma de terapia ¿no? Esa es una forma de terapia. Pero por otro lado, escribir cuentos y escribir poesía es una forma de no morirse, quizás porque uno quiere perdurar.
No sé. Simplemente, no sé.”
Sergio Mercurio es escritor, actor, director de cine, y formador de un lugar del conurbano sur. También él encontró estas palabras, y esta forma:
“por qué escribo yo te diria que porque de dejar de hacerlo moriría
En ese sentido mi respuesta esta inserida (creo que esto es portugues) en el proposito en las cartas al joven poeta de Rilke a kapus es decir yo escribo porque es lo me mantiene vivo
Quiero agregar que la escritura para mi no es un ejercicio solamente literario ya que se escribe de diferentes maneras hasta en cierto sentido la escritura para mi es un pensamiento es un ejercicio de observacion del mundo es el ejercicio de ponerle palabras a lo que veo el pensamiento que pasa por la palabra que se lava se hace palabra se hace escrito”
El morir de una manera muy precisa, y el rescate que esa palabra hace del alma. Lo que nos mantiene vivos.
Juan Etchegoyen es un artista y gestor cultural múltiple, que contestó con un escrito de hace varios años:
“Por que soy unos cuantos tendones tensados hasta su limite. Un montón de carne que se pudre desde lo más profundo y lo más antiguo. Una mente en un cráneo que la aprisiona y la aprisiona. Una maldita rabia que me mata lentamente. Por eso las palabras,las imágenes y los gestos”.
Sin palabras.
No soy más que el vagón de un tren que en la década del sesenta se tambaleaba, llegando, sobre ese río a orillas de la ciudad de Necochea. Los primeros acordes de la música de Piazzola me vuelve a llevar a quién soy. Las palabras de mi abuela Sara, un libro encontrado por azar, Cris, la escritura tambaleante, mis hijos, el descubrimiento de Dios.
Acerca de Mí